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Son cientos de colombianos los que abandonan el país cada día. Las razones son muchas. Para unos, abrirse una oportunidad de vida en otro lugar donde se materialicen los derechos. Para otros, huir de la violencia. Y, para los demás, dejar atrás un lugar que no se ocupó de ellos sino en los discursos.

Hace casi dos décadas, Nubia Cecilia Perdomo tomó una decisión valiente: entrar a las cárceles, no con prejuicios, sino con compasión. Desde entonces, su trabajo al frente de la Fundación Retorno a la Libertad ha ofrecido una segunda oportunidad a cientos de personas privadas de la libertad.

No hay literatura si no hay humor, y vuelvo a esa sospecha cada vez que leo al poeta Darío Jaramillo Agudelo. "Poeta" es su título nobiliario, ganado a pulso, de tanto escribir versos con vocación de plegarias mundanas: "Que el azar me lleve hasta tu orilla, / ola o viento, que tome tu rumbo, / que hasta ti llegue y te venza mi ternura", por ejemplo.

EditorialesLa captura de los expresidentes del Senado, Iván Name, y de la Cámara de Representantes, Andrés Calle, por su presunta participación en una red de sobornos para facilitar la aprobación de reformas claves del actual gobierno, ha sacudido al país.

En plena guerra de Corea, a principios de los años 50, Aureliano Gallón, un militar colombiano con fama de "matón y loco", fue enviado con el Batallón Colombia a 15.000 kilómetros de distancia, a cumplir con su deber patrio.

Es una noticia magnífica e histórica, tanto para Colombia como para su diplomacia de años de tradición, que la embajadora Laura Gil sea desde ahora la décima secretaria general adjunta de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Hace medio siglo emprendí el camino que de manera ritual hacen a Europa los escritores latinoamericanos en ciernes, solo que mi destino fue Berlín, y no París, o Barcelona, como era usual entonces.

Ayer empezó el cónclave para escoger un nuevo Papa, sin duda el colegio electoral más refinado, complejo, erudito e importante del mundo, tan antiguo que se remonta al siglo XIII cuando a causa del enfrentamiento entre el Vaticano, el Sacro Imperio y la monarquía francesa, que acababa de tomarse la isla de Sicilia, los cardenales se demoraron tres años para

Es seguro que muy pocos de mis lectores hayan oído hablar del personaje que menciono.

No fui la oveja negra de mi familia. No tuve una adolescencia tormentosa. Fui una joven estudiosa y responsable. Digo esto porque últimamente pareciera que toda historia interesante debe comenzar con una ruptura, un conflicto familiar o, en todo caso, una etapa de rebeldía.