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Hubo consenso respecto a que Colombia salió bien librada del sorteo para la Copa Mundial de Norteamérica 2026, celebrado el viernes pasado. Deberá enfrentar a un rival de alcurnia -Portugal-, a la desconocida Uzbekistán y a un equipo que surja del repechaje intercontinental.
EditorialesEl reciente anuncio del Gobierno sobre la recuperación de cinco objetos del galeón San José fue presentado como un triunfo histórico, casi como un hito fundacional de una nueva era para el patrimonio sumergido del país. El propio presidente Gustavo Petro estuvo presente en el evento.
Las encuestas del Centro Nacional de Consultoría y de Invamer, divulgadas a finales de noviembre, coinciden en identificar dos punteros en la carrera hacia la presidencia. Cepeda y De la Espriella son los únicos con dos dígitos en la intención de voto.
La izquierda ha demostrado una notable habilidad estratégica y táctica para llegar al poder, mientras que el centro y la derecha siguen atrapados en la ausencia de objetivos comunes que les permitan ordenar y cohesionar la superioridad que aún conservan en la preferencia política de la mayoría de los colombianos.
La reciente encuesta de Invamer trae dos novedades. Una de ellas es la fortaleza del candidato de extrema izquierda, Iván Cepeda.
En Colombia, hablar de seguridad ya no es hablar solamente de delitos. Es reconocer las presiones estructurales que hoy enfrentan nuestras ciudades, el crecimiento acelerado del crimen organizado, la expansión de las economías ilegales y el impacto directo que todo esto tiene sobre la vida de más de 30 millones de habitantes de las capitales del país.
Sin mover un dedo o hacer un día de campaña, Iván Cepeda se ganó por ahora el trono de candidato de la izquierda y heredero indiscutible del régimen de Petro. Las grandes incógnitas están entre Fajardo y Abelardo.
Al atacarlo, Trump ayuda mucho a Petro, pues despierta la fibra nacionalista de millones en Colombia.En los primeros meses del año, los índices de respaldo a la gestión del presidente Gustavo Petro, reflejados en diferentes encuestas -y me refiero a las serias, no a las de firmas al servicio del Gobierno-, registraban guarismos entre 30 y 35 %, con tendencia
Los escándalos que día a día marcan el paso de este nefasto gobierno no pueden hacernos perder de vista la decisión inequívoca del señor Petro de atropellar el Estado de derecho, la justicia y sus instituciones. Ya nadie se sorprende de que el señor Petro y sus funcionarios controviertan los fallos, no los acaten, ni mucho menos los cumplan.
La corrupción sigue siendo, penosamente, un lastre que arrastra este país necesitado de recursos. Una seguidilla de episodios recientes ha retratado la magnitud de las nubes que hoy persiguen al Gobierno y a la campaña que llevó a Gustavo Petro a la Presidencia de la República. Los hechos están en la palestra.