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Para celebrar los cien años de existencia de La vorágine, novela cumbre de la literatura colombiana del escritor José Eustasio Rivera, artistas nacionales e internacionales la han dado a conocer también a través de excelentes adaptaciones teatrales y musicales.

En la política.

Por fin, después del fracaso de muchos proyectos, con alegría se ve cómo avanzan las obras del metro de Bogotá. En días pasados disfruté el paso del puente norte de la av.

Todo parece indicar que en el 2026 el país decidirá entre petrismo y anti-petrismo. La fórmula de reducir a su mínima expresión el debate público es responsabilidad tanto del Gobierno como de una oposición desdibujada, carente de lucidez y propuestas concretas para un país que las necesita. En una democracia liberal, la oposición no solo es necesaria.

Petro se acostumbró a linchar las instituciones. Por eso, no hay sorpresa con esa andanada lanzada contra el Congreso de la República. Su razón de ser como presidente no ha sido otra que la de desconocer el Estado social de derecho, el sector privado y la separación de poderes consagrados en la Constitución de 1991.

"Sancho, dejad que los perros ladren, es señal de que cabalgamos". Es Tanta la jauría alrededor de la reforma de la salud que me he preguntado insistentemente la razón de esta actitud desconfiada hacia las EPS que tiene el Pacto Histórico.

No es mala idea. Preguntarle a la gente -tan usurpada- cómo quiere que sea nuestro sistema de seguridad social. Pasar de "encarnar" a escuchar al pueblo. Convocar al electorado, según lo ha dicho el presidente, a una consulta popular que nos devuelva de sus monólogos a las realidades.

Señalado de ser el responsable de al menos 19 ejecuciones extrajudiciales -por el momento- en el marco de su sangrienta guerra contra las drogas, el expresidente filipino Rodrigo Duterte fue detenido en Manila el pasado martes por la policía de su país, atendiendo una circular roja de Interpol motivada por una orden de arresto del Tribunal Penal Internaciona

Este hombre tranquilo, sencillo y afable, que no encarna para nada esa imagen de poder palaciego que tanto hemos padecido en América Latina, es el presidente legítimo de Venezuela, ganador por una inmensa mayoría de votos de las elecciones del 28 de julio de 2024 que le robaron con brutal descaro, y ahora se halla en el destierro en España.

"Si bien nuestros regímenes son democráticos, no se nos gobierna democráticamente", decía Rosanvallon en la introducción de su libro El buen gobierno. No hay una frase que describa mejor el momento que vivimos. Petro fue electo en democracia, pero no gobierna democráticamente. Y esa manera de gobernar le está pasando factura.