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EditorialesAyer, el Ministerio de Agricultura y la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz) llegaron a un acuerdo que llevaría al levantamiento del paro de cultivadores de este cereal.
Tengo en mis manos el último libro de Eduardo Lora, que será presentado en la próxima Feria del Libro de Bogotá, en abril. Se llama Los colombianos somos así.
El crecimiento de las tasas de repetición y deserción en la educación básica, la desfinanciación de Icetex, el desastre del Icfes y, recientemente, los datos sobre deserción en educación superior contrastan con las mil y una promesas a los jóvenes a quienes se invitó a votar por el cambio, ofreciendo ríos que manarían leche y miel, como en el Antiguo Testame
Buena parte del problema que tenemos con las asonadas y los secuestros en contra de miembros de la Fuerza Pública -cada día más frecuentes- es que no llamamos las cosas por su nombre. Nos fuimos acostumbrando a una narrativa indulgente dizque para no ‘emberracar’ a las "comunidades" y volver más fáciles los procesos de liberación de los uniformados.
Con todo el peso de la historia, con el significado enorme que tiene para miles de millones de creyentes a lo largo del planeta, con el hermetismo que suele rodear el momento clave, con las implicaciones geopolíticas que tiene, la sucesión papal es uno de los grandes temas del periodismo y, así mismo, de la literatura y del cine.
Desconcierto e indignación ha causado en diversos sectores sociales, y en el propio ministro de Defensa, general retirado Pedro Sánchez, el secuestro, este fin de semana, por parte de comunidades, de 28 policías y un mayor del Ejército, en el corregimiento de El Plateado (Cauca). El ministro dijo en tono vehemente que lo que sucedió no fue una retención.
EditorialesHacía falta darles una dimensión humana a las cifras -aterradoras- de accidentalidad de motocicletas en Colombia.
A Santa Fe la recuerdo bien, pues hace doce años viví un invierno allí, justo cuando esperaba a mi hija Matilde. Pasé entre el cuarto y el séptimo mes de embarazo escribiendo en el campus de una universidad, donde me dieron un apartamento de dos alcobas.
Vivimos tiempos de turbulencia política y geopolítica con grandes incertidumbres sobre los temas y actores estratégicos que habrán de determinar el futuro de Colombia.
Lloran porque son humanos. Y porque sienten. Y porque la situación les duele. Y porque les duele también que se permita impunemente que mancillen sus uniformes sagrados y su tarea en la sociedad. Y lloran porque tienen familias, papá, mamá, hermanos, hijos, nietos para quienes son sus héroes amados, como deberían serlo para toda la sociedad.