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Exdirector General de la Dian.
Es un deber democrático acatar la decisión adoptada por la justicia en el caso del expresidente Uribe, pero no por ello se puede dejar de expresar la profunda preocupación ciudadana de que una sentencia se funde en interceptaciones ilegales, en pruebas técnicas parcialmente borradas y en testigos cuyo "valor civil" está afianzado en prebendas y ofrecimientos
Algunos expertos e incluso juristas reconocidos han planteado que una IA puede dar veredictos sin sesgo ni emociones. ¿Puede la IA ser realmente imparcial y reemplazar al juez? ¿Estamos ante una justicia algorítmica? Desde la filosofía del derecho, Dworkin sostiene que el derecho es más que reglas y que el juez debe considerar principios morales.
En la época del plebiscito sobre el acuerdo con las Farc, hubo una consigna que, para quienes se oponían al proceso, resumía el absurdo al que se vería abocado el país: "Uribe preso y las Farc en el Congreso". Casi diez años después, el fallo contra el exmandatario les da la razón.
Crecimos los baby boomers admirando la democracia e institucionalidad de los Estados Unidos.
En el proceso, la juez se dirigió todo el tiempo al expresidente Uribe como "ciudadano", como si no estuviéramos en Paloquemao sino en la Revolución francesa. Y debo confesar que entre los argumentos de la juez para esta condena hay varios que ofendieron mi estética de abogado.
¿Quién se robó el futuro?", pregunté a un grupo de líderes juveniles en Quibdó. La pregunta quedó suspendida en el aire, incómoda. Y entonces, como si el destino quisiera responder con ironía, un apagón nos dejó a oscuras. Las linternas de los celulares se encendieron casi por reflejo, como una costumbre aprendida.
Los dichos de Petro dejaron de ser noticia: son el ruido de fondo de la tragicomedia de su fracaso.Hablaba esta semana con mi colega José Manuel Acevedo sobre lo que el país podía esperar del presidente Gustavo Petro, en su último año en la Casa de Nariño que, por cierto, empieza a correr este jueves.
La historia judicial y política de Colombia vivió esta semana un episodio parteaguas: por primera vez un expresidente de la República se sentó en el banquillo de la justicia ordinaria -de forma virtual- para escuchar la condena, en primera instancia, en su contra.
Comenzamos a transitar el mes en que nuestro país celebra su bicentenario, en conmemoración del 25 de agosto de 1825 en que declaramos la independencia del Brasil.