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Bye- bye
Miguel Gómez MartínezUn reciente artículo de La Silla Vacía ("Con la reforma de Ocampo los ricos pagan más, pero los superricos menos") confirma que el problema crónico de ingresos fiscales tiene que ver con la estructura tributaria del país que sigue creyendo que exprimir a un pequeño número de contribuyentes considerados como ‘ricos’ es el camino para fina
No es solo cumplir la norma, es construir mejor
Roger
BuendíaEn las ciudades, el ruido es parte del paisaje. Pero eso no significa que debamos acostumbrarnos a él. Hoy sabemos que el ruido constante afecta la salud, la productividad y el bienestar. La Organización Mundial de la Salud lo ubica como el segundo factor ambiental más dañino, después de la contaminación del aire.
El dinamismo en los modelos de negocio
Carlos Enrique CavelierEs extraño que algunos pretendan que los negocios no cambien, y menos aún que no cambien radicalmente y pretendan, además, mantenerse así en sus mismos altos niveles de rentabilidad por décadas: arrastran con costumbres del siglo XIX, costumbres preindustriales.
Confianza y seguridad
¿Cómo salvar la democracia?
Miembro del Consejo Directivo del ICP. andresespinosa@inver10.coHace cinco meses, el exvicepresidente y paladín de oposición de Cambio Radical, Germán Vargas Lleras, se preguntaba en su columna dominical del diario El Tiempo, titulada "La madriguera de las tropelías", ¿qué nos podría pasar a partir del 2026, si "Petro y su Pacto Histórico se quedan?
Fotografías y dolores
El control social de los medios
Álvaro Uribe y J. C. Pinzón, otra pista
Vamos al grano: me gusta mucho que el expresidente Uribe haya buscado y siga invitando a dialogar al serio Juan Carlos Pinzón para ser aliado del uribismo. "Voy a lo mío", como dijo el histórico goleador Messi, cobrando un penalti contra el Real Madrid. Hoy cumplo 38 años como columnista en EL TIEMPO, llevo 1.907 escritos los miércoles.
El giro en Bolivia
Bolivia vivió un verdadero terremoto político en las urnas el domingo pasado. Tras casi dos décadas de hegemonía, el Movimiento al Socialismo (MAS) quedó reducido a una expresión marginal, con apenas un 4 % de los votos y sin posibilidad siquiera de conservar su personería jurídica.