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El último de la casta
El Gobierno desordenó la conversación pública y contaminó las ideas en disputa con el objetivo de avanzar en sus puntos de vista, aplicando una estrategia de "a todo o nada". Simplificó, bautizó con motes agresivos a sus oponentes, cuestionó consensos con la finalidad de desarticularlos, no de mejorarlos.
Las confesiones inconfesables de Javi Milei
¿Presidente o panelista? El dilema de Milei
Javier Milei
El personaje exótico, fácilmente irritable, sin medias tintas y que dice inconveniencias todo el tiempo luce mucho en los medios audiovisuales, y más en las redes sociales, pero puede convertirse en una bomba autodestructiva cuando se pretende hacerlo funcionar políticamente sin cambios en una coyuntura frágil e incierta, para colmo en medio
Medialunas ausentes y votos escasos
Mauricio Macri y Patricia Bullrich
Nada es mejor que una dificultad para conocer la verdadera personalidad. En el triunfo, todo fluye. En la derrota, todo se desenmascara. Hay quienes la asumen como propia, hacen autocrítica y desandan malas prácticas o admiten errores.
Rojos y mariquitas
A mi casa no entran rojos ni mariquitas, decía mi padre. Levantando la voz, bebiendo licores recios, fumando cigarrillos y a veces pipas, limpiando sus armas de fuego, dirigía una mirada turbia a mi madre y le decía: A esta casa no van a entrar tu hermano el comunista y tu hermano del otro equipo.
¿La culpa es del León o de quienes le dieron de comer?
Javier Milei, junto al cuadro del artista Yari Casanova
En los albores de este ardoroso proceso político -signado por obsesiones súbitas y emociones violentas- advertimos que el peligro consistía en que pasada la marea se aplicara una vieja ley del amor: a veces, lo que te enamora es lo que te separa.
Cuando ya todo es diferente
Somos "ñoños republicanos"
Kicillof tuvo suerte, Milei no
¿La culpa es del león o de quienes le dieron de comer?
Javier Milei, junto al cuadro del artista Yari Casanova
En los albores de este ardoroso proceso político -signado por obsesiones súbitas y emociones violentas- advertimos que el peligro consistía en que pasada la marea se aplicara una vieja ley del amor: a veces, lo que te enamora es lo que te separa.