Find your content

Find content by any word
Save your searches to use them to create a Feed later.
Fields
Cancel
¿Cuántas macabras coincidencias tuvieron que darse cita para que se consumara en Colombia la tragedia del Palacio de Justicia? Aquel noviembre fatídico de 1985 fue sacrificada una generación completa de la justicia colombiana. Nuestro sistema judicial quedó cojo desde entonces.
Esta semana se cumplieron cuarenta años de la toma del Palacio de Justicia. Cuatro décadas en las que la verdad no ha sido esclarecida y la reparación a las víctimas sigue siendo una deuda no saldada.
El ganador de la consulta de marzo que apoyan Vargas, Uribe y Gaviria sería un candidato muy fuerte.En noviembre de 1997, Horacio Serpa y Alfonso Valdivieso lideraban las encuestas para las presidenciales de 1998: las ganó Andrés Pastrana, quien, a esas alturas, iba de sexto.
Esta semana el país conmemora cuarenta años de la tragedia de Armero, una de las peores catástrofes naturales de la historia reciente de la humanidad.
Con frecuencia cito la fábula de la rana, esa que nos recuerda que si una rana cae en agua hirviendo, saltará de inmediato para salvarse. Pero si la ponemos en agua fría y la calentamos lentamente, se quedará quieta hasta que sea demasiado tarde.
En Colombia la realidad laboral refleja una gran desigualdad.
Benito Martínez, un muchacho nacido en el pueblo de Vega Baja en Puerto Rico, hijo de un camionero y una maestra, que trabajó como empacador en un supermercado mientras sacaba tiempo para hacer música, va a ser el protagonista de uno de los eventos más icónicos y con mayor audiencia de la cultura estadounidense, el show del medio tiempo en el Super Bowl.
A los que tenemos más de ticinco, los muchachos nos esculcan la memoria, en especial sobre hechos dolorosos que marcaron no solo la historia, sino el alma de la sociedad, a las familias, cuyos huérfanos siguen prendiendo velas y esperando justicia. Los dolorosos hechos del noviembre negro, hace 40 años, indignan y estremecen.
Ha salido bien, como una promesa cumplida, el programa de Artes para la Paz. Se trata de una educación artística bien planteada, bien ejecutada, que recorre y dota las escuelas de todo el país. Empieza por los lugares que han sido afectados por la violencia e insiste en dignificar el trabajo de los artistas.
EditorialesComo lo reveló en días pasados este diario, cada día casi siete personas son asesinadas en Colombia en el marco de diferentes hechos de intolerancia.