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Los recintos con pátina tienen fantasmas. Windsor tiene más de veinte apariciones, entre ellas la de Enrique VIII, el del cisma por casarse y divorciarse varias veces, decapitados de por medio. La de Jorge II, protagonista de las guerras del Asiento, de Sucesión en Austria y de los Siete Años.

El petrismo se ufana de haber sacado miles de personas a las calles este martes en apoyo de sus reformas sociales. Sin embargo, la gran mayoría de ellas eran integrantes de sindicatos afines al Gobierno o funcionarios públicos que, si no salían, se arriesgaban a caer en desgracia con sus superiores.

¿Petro llenó la plaza de Bolívar? Casi. Había mucha gente, pero muchos huecos. Y trucos para achicar el espacio. Estuvo lejos de ser una asistencia espontánea.

El evento más desafortunado de la semana que termina en materia económica fue el cambio de ministro de Hacienda. La designación de Diego Guevara hace unos pocos meses había sido acertada, ya que se trata de un buen economista que venía trabajando excelentemente como viceministro general de esa cartera por más de dos años.

El Senado debe acabar de hundir las nefastas reformas, y rechazar la inconducente y costosa consulta.Con la manifestación del martes en la plaza de Bolívar, el Gobierno quiso hacer una demostración de fuerza y lanzar la campaña por la consulta popular que quiere convocar sobre sus destructivos proyectos de ley ya fracasados en el Congreso.

Menos de cuatro meses como ministro de Hacienda duró Diego Guevara, quien salió del cargo tras diferencias con el presidente de la República, Gustavo Petro, en torno a los necesarios recortes presupuestales que el ahora exministro defendía.

Digámoslo sin eufemismos. En materia de la reforma laboral, Petro recogió lo que sembró y lo que quería.

Hay casi doscientos países en el mundo y Colombia no es potencia en nada, al menos no en algo que hayamos logrado por mérito propio. Lo mejor que tenemos es la tierra, pero esa ya estaba aquí cuando llegamos.

No hay que ser un gran conocedor de la política para saber que las reformas que no se concretan en los dos primeros años de un gobierno muy difícilmente pasarán después sin recurrir a prácticas clientelistas.

El presidente Petro anticipó en más de doce meses la campaña electoral por la Presidencia de la República. Con su discurso en la plaza de Bolívar en defensa de la consulta popular, prendió la confrontación Petro-oposición, que probablemente dominará el debate que se avecina. La pelea, sin embargo, está mal planteada.